No se debe usar el lenguaje inclusivo en las sentencias: Manuel Atienza
10/octubre /2022 / Sala Superior 350/2022
Ciudad de México
El profesor Manuel Atienza, especialista en argumentación jurídica y máximo exponente de la Escuela de Alicante, impartió, en la Escuela Judicial Electoral, la Conferencia ¿Cómo redactar una sentencia? Compartió la mesa con la directora de la EJE y organizadora del evento, Gabriela Ruvalcaba. Los acompañó el magistrado Felipe de la Mata Pizaña y magistraturas de las salas regionales: María Silva y José Luis Ceballos, de la Sala Regional Ciudad de México; Ernesto Camacho, de Sala Regional Monterrey, y Enrique Figueroa, Eva Barrientos y José Antonio Troncoso, de la Sala Regional Xalapa.
El doctor Atienza destacó la labor del Tribunal Electoral en la difusión del giro argumentativo en México y comenzó por apuntar que el papel de la teoría no es corregir el trabajo de lo práctico, sino abonar a que algo que ya se hace bien, se haga mejor.
Recalcó que la redacción de una sentencia es la culminación de un largo proceso argumentativo y recordó la disección que ha elaborado en su teoría de la argumentación y su vinculación con los demás elementos que componen a la práctica del derecho y su ponderación al momento de construir argumentos.
Destacó que en su parte especial, los juristas deben responder a 2 cuestiones básicas; el entendimiento de la argumentación (cómo ha argumentado alguien), cómo evaluar la argumentación en función de los principios de coherencia, universalidad y una perspectiva consecuencialista.
Adicionalmente, señaló que los jueces deben elaborar las sentencias a partir del derecho establecido y no de las convicciones personales.
Finalmente, en su último elemento para redactar una sentencia de forma apropiada y con sustento en el sentido común, el profesor Atienza señaló que las sentencias deben estar correctamente escritas y utilizar el mínimo de tecnicismos posibles, con claridad y precisión. Aquí, añadió que esto implicaba que no debían ser redactadas con lenguaje inclusivo, por abrir espacio a la confusión y ser innecesario.