11/junio /2020 / Sala Superior 121/2020

Ciudad de México

La magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Aralí Soto Fregoso, aseguró que uno de los grandes desafíos, en medio de la crisis sanitaria por el COVID-19 y una vez que esta termine, es juzgar con perspectiva de género para que la justicia electoral no sea ciega ni sorda a la violencia y las desigualdades que sufren las mujeres.

La magistrada participó en el panel virtual de primer nivel denominado Garantías electorales en tiempos de COVID-19: la igualdad y los derechos de las mujeres, organizado por la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de Estados Americanos (OEA); la Universidad de Buenos Aires y el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Internacional (IDEA internacional), donde planteó la urgencia de establecer redes de mujeres en todo el país, que brinden apoyo a otras mujeres, así como asesorías jurídicas y defensa legal, de manera gratuita o de bajo costo, así como información vital de sus derechos.

En el panel 1 denominado Cuotas de género y leyes de paridad: perspectiva en contextos críticos, Mónica Soto afirmó que, si las mujeres se dan cuenta que juntas, unidas y organizadas en redes, darán pasos más fuertes y consolidados, se encontrarán en el camino correcto y muy pronto habrá un cambio de escenario positivo.

Pidió también que en la transición post COVID-19 no se normalice la realidad anterior, en que prevalecía la normalización de la violencia contra las mujeres.

En el panel, coordinado por Alejandra Mora Mora, secretaria Ejecutiva de la CIM de la OEA, la magistrada propuso crear un Observatorio de sentencias electorales, como mecanismo de seguimiento, verificación y cumplimiento de sentencias, a favor de las mujeres y con perspectiva de género.

Las panelistas, entre ellas la ex magistrada del Tribunal Superior Electoral de Brasil, Luciana Lóssio, destacaron la importancia de la propuesta de Soto Fregoso para crear el Observatorio. “Es muy importante”, señaló Lóssio, pues de esa manera se pueden compartir las decisiones de cada tribunal, como buenas prácticas, y a través del derecho comparado, con el fin de adaptarse en sus respectivos países.
Tras destacar la aprobación en México de la reforma para contrarrestar la violencia política contra las mujeres por razón de género, la magistrada Mónica Soto opinó que, para evitar un retroceso en el empoderamiento de las mujeres, es necesario pasar de la reflexión a las acciones.

Advirtió también que en este proceso no se debe generar una élite de mujeres que estén por encima de otras mujeres e insistió en que hay que ir a los lugares donde no tienen acceso a computadoras o teléfonos celulares, para darles toda la información y asesoría posibles.

En el panel también participó Adriana Favela, consejera del Instituto Nacional Electoral (INE) y presidenta de la Asociación de Magistradas Electorales de las Américas (AMEA); Alejandra Lázzaro, presidenta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires; Yolima Carrillo, ex presidenta del Consejo Nacional Electoral de Colombia; Luciana Lóssio, ex magistrada del Tribunal Superior Electoral de Brasil; María Elena Wapenka, magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Paraguay; Luz Haro secretaria ejecutiva de la Red de Mujeres Rurales de Latinoamérica y El Caribe; Doris Méndez, magistrada del Consejo Nacional Electoral de Colombia y Vicepresidenta de la AMEA y Pilar Tello, Coordinadora de Género de IDEA Internacional.

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