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La violencia política de género es un problema al que las autoridades, partidos políticos y la sociedad en general, tenemos que encontrar una solución: Otálora Malassis

12/diciembre /2018 / Sala Superior 420/2018

Ciudad de México

  • La magistrada presidenta de la Sala Superior del TEPJF afirmó que la democracia implica que lo que nos hace diferentes, no cause distancia, ni de la persona, ni de nuestros derechos
  • Permitir que haya lugar para la violencia es como aceptar que hay personas más o menos humanas, más o menos dignas y eso es inadmisible, dijo

La magistrada presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine M. Otálora Malassis, aseguró que la violencia política por razones de género es un problema y una realidad, por lo cual las autoridades, los partidos políticos y la sociedad en general, tenemos que encontrarle una solución.

“Atender la violencia política por razón de género implica hacernos cargo de cómo conceptualizamos la otredad y de cómo las condiciones sexogenéricas segregan, conflictúan y complican el ejercicio de los derechos políticos. Ejercer nuestros derechos es la manifestación de nuestra dignidad y nos da el lugar en el mundo que merecemos como humanas, integrantes de una sociedad que se construye y define a sí misma”, indicó.

Al participar en la Décima Segunda Sesión Ordinaria de Trabajo 2018 del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en México, la magistrada presidenta del TEPJF afirmó que la democracia implica que lo que nos hace diferentes no cause una distancia, ni de las personas, ni de nuestros derechos, por lo que el hecho de que una persona sea indígena, afromexicana, trans o mujer, no debe provocar su exclusión del espacio público.

“Por ello, el sexo, el género, las preferencias sexuales, el color de piel, el origen nacional y cultural, históricamente son elementos que han construido la otredad y determinado los desequilibrios en el reparto y ejercicio del poder político, así como la vulnerabilidad y han abierto las posibilidades a todo tipo de agresiones”, subrayó.

“Como he señalado en otras ocasiones”, continuó la magistrada, “permitir que haya lugar para la violencia es relativizar subjetividades, es aceptar que hay personas más o menos humanas, más o menos dignas. Ello es, sin duda, inadmisible y por ello existe el Derecho, para garantizar la dignidad intrínseca de cada una y de cada uno”.

Otálora Malassis comentó que ejercer un cargo público implica tomar decisiones a partir de las demandas de la ciudadanía, de las necesidades que presenta un tema determinado y de los recursos con que cuenta el Estado, es decir, implica cumplir con los compromisos que se hicieron en el marco de una contienda electoral.
Agregó que la responsabilidad de ser electa es inconmensurable y el poder que ello otorga a quienes definen las leyes y políticas públicas de un país, trasciende por el impacto que ese poder puede tener en la vida de las y los mexicanos, así como en el proyecto de Nación, además pone en juego la credibilidad y fortaleza de las instituciones.

“El compromiso que implica ejercer un cargo de elección popular no es menor, las mujeres no deberíamos sortear además actos que constituyen violencia política por razón de género y que no nos permiten cumplir en condiciones de igualdad nuestras funciones respecto del Estado mexicano”, aseveró Otálora Malassis.

En el acto de bienvenida al evento también participaron el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, y la directora de Participación Social y Política del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Norma Angélica Ley Sánchez.