30/noviembre /2018 / Sala Superior 408/2018

Ciudad de México

La magistrada presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine M. Otálora Malassis, aseguró que en la elección de 2018 el papel fundamental del organismo jurisdiccional fue garantizar la estabilidad política del país, ante un proceso en el que “estábamos todos muy conscientes que pondría a prueba la fuerza y la estabilidad de las instituciones electorales”.

Al participar en la mesa “Retos y lecciones aprendidas de los procesos electorales en las Américas”, en el congreso internacional Las garantías de los procesos democráticos. Estándares internacionales y principios constitucionales en perspectiva comparada, indicó que, en dicho proceso, en el que se eligieron 18 mil 229 cargos de elección popular, fueron aplicadas nuevas reglas en el sistema electoral, entre las que destacaron la participación de candidatos independientes por primera vez en la historia de México para la elección presidencial y el restablecimiento, después de más de 70 años, de la posibilidad de reelección en los ámbitos de las entidades federativas.

Al referirse a los retos que representó esta elección para el TEPJF, Otálora Malassis señaló la resolución de asuntos de manera “rápida y bien”; la amplia protección de los derechos político-electorales de la ciudadanía y el lograr una interpretación armónica de una ley general fue reformada en el año de 2014.

Acompañada por Ann Ravel, de la Universidad de Berkeley; José Luis Sardón, de la Corte Constitucional de Perú y Rafaelina Peralta Arias, magistrada del TSE de República Dominicana, Otálora Malassis subrayó que “una de las grandes lecciones fue que los tribunales constitucionales especializados en la materia electoral sí pueden hacer definitivamente avanzar los derechos políticos”.

Al respecto, la magistrada presidenta compartió las sentencias relevantes emitidas por el TEPJF relacionadas con la participación política de las mujeres en igualdad de condiciones, la creación de 13 curules indígenas; la participación política de los extranjeros que se han naturalizado mexicanos o de aquellos mexicanos que tienen otra nacionalidad generalmente por nacimiento, entre otros grandes avances.