Participan magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso y magistrado Felipe Fuentes Barrera en Seminario ¿Cómo construir una democracia paritaria?
9 /junio /2017 / Sala Superior 112/2017
Mazatlán, Sinaloa
- México es considerado y reconocido como pionero por sus avances y logros cuantitativos rumbo a la consolidación de la democracia paritaria: Magistrada Soto Fregoso.
- Hasta 118 años tardaría cerrar la brecha económica entre hombres y mujeres: Magistrado Fuentes Barrera.
El principio de paridad es un elemento clave para fortalecer el liderazgo de las mujeres en México y en el mundo, estableció la magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Aralí Soto Fregoso, en la inauguración del Seminario “¿Cómo construir una democracia paritaria? Aprendizajes y retos para profundizar la democracia paritaria”.
“La construcción formal de una democracia paritaria para alcanzar una igualdad sustantiva efectiva se ha venido posicionando como un asunto prioritario en la agenda política legislativa y de una alta responsabilidad para la magistratura electoral en nuestro país”, indicó.
La magistrada Soto Fregoso refirió que desde el ámbito de los organismos internacionales y en un ejercicio comparado en América Latina. “México hoy es considerado y reconocido como un pionero por sus avances y logros cuantitativos rumbo a la consolidación de la democracia paritaria”, expresó.
Recordó que, para lograr la aceleración de la participación política y el incremento en los porcentajes de participación de las mujeres en puestos de elección popular, se han tenido, en su momento, que aplicar medidas afirmativas, así como el principio la paridad de género establecido por la reforma constitucional del 2014.
“La democracia paritaria a la que aspiramos y debemos garantizar, es aquella en que las mujeres que ocupan cargos en la esfera política y pública puedan ejercer sus derechos políticos electorales libres de violencia”, dijo.
Soto Fregoso destacó el trabajo del Tribunal Electoral “para garantizar y construir una paridad que logre dar un salto cualitativo y cuantitativo. Es decir, que a su vez, esta paridad sirva como vehículo de mujeres empoderadas que posicionen un mayor número de agendas de género, acompañadas de políticas públicas hechas por y para mujeres, niñas, jóvenes, mujeres indígenas, mujeres en reclusión, mujeres afrodescendientes, mujeres con discapacidad”.
“Construir una democracia paritaria no es tarea fácil. Creemos firmemente que se construye a partir de acciones institucionales de vinculación como la que hoy nos convoca, acompañadas siempre de la sociedad civil”, precisó la magistrada de la Sala Superior.
“Los desafíos que hoy tenemos desde los tribunales en la contienda de las mujeres por ocupar puestos políticos y públicos, han cobrado mayor intensidad. Estos avances plantean retos complejos como los de la erradicación de la violencia y cualquier violación a los derechos de las mujeres”, comentó.
Al término de su participación hizo alusión al recurso de reconsideración 1198/2017, proveniente de Coahuila, sobre la garantía de paridad vertical, horizontal y transversal, y explicó cómo el TEPJF resolvió el caso para potenciar al máximo la aplicación de la norma y lograr con ello el equilibrio del principio de paridad y el derecho de los votantes en pro de la participación femenina.
La paridad es una expresión permanente de la democracia incluyente
Una democracia sin la participación de las mujeres es sólo una media democracia, estableció el magistrado TEPJF, Felipe Alfredo Fuentes Barrera, citando al ex secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
En el marco del Seminario convocado por la Sala Regional Guadalajara y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así como por el Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa, Fuentes Barrera refrendó el principio constitucional de lograr una democracia paritaria para “romper el techo de cristal que suele generarse en los distintos ámbitos de la vida social”.
“La paridad es una expresión permanente de la democracia incluyente y tiene por objetivo garantizar a todas las personas, el acceso al mismo trato y oportunidades para el reconocimiento, goce y ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales”, indicó.
El Magistrado de la Sala Superior del TEPJF destacó que las olas democráticas de las últimas décadas promovieron grandes cambios sociales, sin embargo, se trata de un proceso inacabado y el “reto del siglo XXI es evidenciar y terminar con la situación de opresión que soportan las mujeres, para lograr así una sociedad más justa, que reconozca la igualdad plena y efectiva de la humanidad”.
Fuentes Barrera aludió a la decisión de la Directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) de incorporar a la agenda del Grupo de los 7 (G-7) la agenda de género como una estrategia de empoderamiento de la mujer por el impacto positivo que su incorporación significa en el Producto Interno Bruto de los países.
No abordar con mayor rapidez el tema de la desigualdad de género, pone en riesgo el crecimiento económico y de continuar así, “la proyección será que pueden transcurrir hasta 118 años, aproximadamente, para cerrar la brecha económica entre hombres y mujeres, con los riesgos que ello implica: la feminización de la pobreza intelectual, la que se traduce en menores oportunidades para desarrollar su plan de vida”.
Entre los retos que requieren atención inmediata en México, el Magistrado del TEPJF señaló la feminización de la pobreza y, por ende, la pobreza intelectual y de participación política; la duplicidad de roles del trabajo de las mujeres; la poca participación de la mujer en política; y al ser una nación plural, la convivencia entre los usos y costumbres indígenas y los derechos universales entre ellos, el trabajo, la educación, el voto activo y pasivo de las mujeres.
Fuentes Barrera precisó, que el TEPJF ha contribuido en el andamiaje constitucional y legal resolviendo asuntos que han permitido apoyar la alternancia de género, la cuota de género, las acciones afirmativas y la paridad horizontal, en pro de un grupo situado en condiciones de vulnerabilidad.
Citó al jurista italiano Luigi Ferrajoli, respecto a que el reto principal es transitar de la paridad electoral a la paridad sustantiva, y concluyó con el dicho del ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en el sentido de que la igualdad de género es “más que un objetivo en sí mismo. Es una condición previa para afrontar el reto de reducir la pobreza, promover el desarrollo sostenible y la construcción del buen gobierno”.
La inauguración contó con la participación de la magistrada presidenta de la Sala Regional Guadalajara del TEPJF, Gabriela del Valle Pérez; la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa, Alma Leticia Montoya Gastelo; el subsecretario de Normatividad y Asuntos Registrados del Gobierno de Sinaloa, Ramón Murguía Aguirre; y el alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta Sánchez.
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