México se ha convertido en un ejemplo paradigmático en paridad de género para la región interamericana: magistrada presidenta Mónica Soto
13/Noviembre /2024 / Sala Superior 527/2024
Ciudad de México
Al haber establecido la paridad total en su Constitución como un principio que rige nuestra vida democrática, México se ha convertido en un caso paradigmático entre las naciones americanas, expuso la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Aralí Soto Fregoso, quien explicó que para llegar a ese punto se ha establecido un marco normativo robusto.
Soto Fregoso participó de manera virtual en el panel “Los conceptos de paridad, democracia paritaria y los vínculos con los derechos de las mujeres”, en el marco de la Segunda Reunión Regional “Hacia una ley modelo interamericana de paridad entre los géneros en la vida pública y política con énfasis en los poderes del Estado”, de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En su intervención, dijo que los criterios interpretativos emitidos tanto por el TEPJF como por los tribunales electorales de las entidades federativas sobre el marco normativo han permitido que cada vez más mujeres accedan a cargos de elección popular al más alto nivel en México.
Subrayó que la paridad ha sido definida a nivel internacional como la medida democratizadora que implica la participación equilibrada de mujeres y hombres en todos los procesos decisorios del ámbito público y privado, y se le reconoce como un elemento esencial de la condición humana universal. En ese sentido, ésta se incorporó al marco constitucional y legal mexicano y es aplicado por los órganos responsables de su implementación, como son los de impartición de justicia.
La magistrada presidenta del TEPJF compartió algunas de las buenas prácticas que han sido implementadas en México sobre paridad, democracia paritaria e igualdad sustantiva, que conforman las tres líneas fundamentales que guiarán la discusión y trabajos de la OEA, a fin de realizar una ley modelo en la materia para la región interamericana, pues ha quedado evidenciado que es una política pública eficaz para lograr el incremento de mujeres en cargos de toma de decisiones.
Refirió que México se ha transformado a partir de las reformas constitucionales en esa materia, primero en 2014 y luego en 2019, cuando se implementó la llamada paridad total como un principio que rige la vida democrática del país, aunque advirtió que todavía son muchos los retos que tienen las mujeres cuando acceden a los cargos de elección popular o de dirección.
Expuso que las sentencias del TEPJF han establecido que la paridad numérica constituye un piso mínimo para el acceso de las mujeres a cargos públicos y no un techo, por lo que puede haber más del 50 por ciento de mujeres.
Sostuvo que en el caso del TEPJF se han emitido criterios jurisprudenciales para juzgar con perspectiva de género e imprimir esos cambios en la realidad, porque no basta con estar inscritos en la ley. Citó como ejemplo que la Sala Superior determinó que los organismos públicos locales electorales del país debían integrarse y ser presididos bajo el criterio de paridad.
Señaló que a nivel municipal existen mayores brechas de género en todos los países, y en el caso de México, el Tribunal Electoral ha buscado cerrarlas mediante sus criterios, por ejemplo, que los partidos políticos y las autoridades electorales garanticen la paridad en la postulación de candidaturas con una doble dimensión, tanto vertical como horizontal.
También hizo referencia a la sentencia emblemática del TEPJF de 2021 que obligó a ajustar la repartición de candidaturas de representación proporcional para garantizar el número exacto paritario de la Cámara de Diputadas y Diputados, es decir 250 hombres y 250 mujeres. Desde entonces, expresó Soto Fregoso, no ha habido vuelta atrás; al contrario, tanto en los órganos federales legislativos como en los estados de la República hoy por hoy en muchos de ellos hay más mujeres legislando.
Soto Fregoso consideró que estamos en la oportunidad de redoblar esfuerzos porque en la actualidad las mujeres ya están “dispuestas y puestas en los puestos de alto nivel en América Latina”, pero, por supuesto, todavía pueden ir por más.
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