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LA MAGISTRADA MARÍA DEL CARMEN ALANIS PARTICIPA EN EL FORO DE ANÁLISIS: IMPLICACIONES ELECTORALES DE LA REDUCCIÓN DE LA EDAD PARA VOTAR EN LA CIUDAD DE MÉXICO

22/julio /2016 / Sala Superior 263/2016

Ciudad de México

  • La tendencia en el mundo se dirige a la reducción de la edad para votar a partir de los 16 años
  • La magistrada Alanis Figueroa señaló que resulta necesario el análisis de la reducción de la edad para votar para dar espacio a las y los jóvenes y ampliar la democracia
  • La reducción de la edad para votar debe ir acompañada de cambios en la educación

El día de hoy se llevó a cabo el foro de análisis "Implicaciones electorales de la reducción de la edad para votar en la Ciudad de México", organizado por el Instituto Electoral del Distrito Federal, el Instituto de la Juventud de la Ciudad de México y la organización Fuerza Ciudadana, en el Museo de la Ciudad de México, en el que participó María del Carmen Alanis Figueroa, magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

La Dra. Alanis Figueroa señaló que consideraba el tema de la mayor relevancia dado que a partir del mes de septiembre comenzará a discutirse la primera Constitución de la Ciudad de México. La magistrada manifestó que votar es un derecho humano y que, como cualquier derecho humano, éste no es absoluto y está sujeto a límites. En el caso de este derecho político, el derecho de votar se encuentra restringido, en nuestros días, a alcanzar la edad establecida en la ley. En otras épocas, las limitaciones han sido diversas.

Recordó que previo a la reforma constitucional en materia de derechos humanos del año 2011, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación reconoció el derecho a votar de una persona sujeta a proceso, en un ejercicio de tutela efectiva y más amplia de lo que en su momento se reconocía en el texto fundamental. Además, señaló que dicho asunto fue sometido a estudio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en contradicción de tesis, donde esta última reconoció y respaldó el criterio adoptado por la autoridad electoral.

Después de llevar a cabo un recorrido por la evolución del voto en nuestro país, la magistrada Alanis Figueroa manifestó que la tendencia mundial marca la reducción de la edad para votar, aunque la gran mayoría de los países en el mundo la establecen a partir de los 18 años. Agregó que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa adoptó una recomendación en junio de 2011 para proponer a los Estados miembros que analicen la viabilidad de reducir la edad para votar a los 16 años, ante los cambios demográficos en ese continente, para darles voz a las y los jóvenes y para extender y fortalecer a la democracia.

Comentó que en Europa se puede votar a partir de los 16 años en nueve países y cuatro territorios del Reino Unido. Austria, en 2007, fue la primera democracia en reducir la edad para votar. En Asia, destaca el caso de Irán en el que se puede votar desde los 15 y otros tres países lo establecen a los 17 años: Corea del Norte, Indonesia y Timor Oriental. En América, en Argentina, Brasil, Cuba y Ecuador se puede votar desde los 16 años.

Indicó que entre las principales implicaciones electorales estarían las siguientes: ampliación del padrón electoral y el listado nominal de electores; emisión de mayor número de credenciales para votar; diseño de campañas informativas para invitar a las y los jóvenes a votar; modificación de los Documentos Básicos de los partidos políticos y de sus campañas en medios de comunicación; en materia de Educación Cívica, el replanteamiento de la estrategia para involucrar a los jóvenes a participar activamente en las elecciones. Además, impresión de mayor número de boletas, instalación de más casillas y capacitación de más ciudadanos como funcionarios de mesas directivas de casilla, y el uso de tecnologías de la información y comunicación para incentivar el voto de las y los jóvenes, entre otros.

La magistrada Alanis Figueroa manifestó que la reducción de la edad para votar debe venir de la mano con un cambio en la educación que les de herramientas a las y los jóvenes para interesarse y participar en la construcción de las decisiones públicas. La voz de las y los jóvenes debe ser escuchada y tener espacios y canales para que se manifieste, concluyó.