11/marzo /2016 / Sala Superior 69/2016

Ciudad de México

En México nuestras reglas electorales son sofisticadas, porque buscan un equilibrio entre lograr una representación adecuada de las fuerzas políticas, al mismo tiempo que no se impida la posibilidad de alcanzar una mayoría que permita la gobernanza en órganos legislativos, afirmó Ricardo de la Peña, sociólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Al comentar su libro “El número de Autonomías y la Competitividad Electoral, alternativa para contar el número de componentes de un sistema político”, De la Peña explicó que el objetivo de la obra es plantear un índice para medir el número de autonomías en la competitividad electoral.

En el programa Punto y Aparte, que se transmite por Plataforma Electoral, el canal de televisión por Internet del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el académico dijo que este tipo de herramientas permiten tener mecanismos de lectura de los efectos que puede tener el legislar de una u otra manera o cambiar una regla electoral por otra.

“Hemos hecho muchas veces y lo podemos hacer muchas más veces para ir adaptando el sistema electoral a la realidad, tanto del reparto de fuerzas políticas existentes, como de la voluntad de conformar una capacidad de gobierno por parte, a partir del voto ciudadano”, indicó.

De la Peña refirió que cuando hay un partido claramente hegemónico, un partido mayoritario, “resulta que muchas veces el cálculo del número efectivo de partidos nos da valores cercanos a dos o superiores a dos y esto es contrario a lo que uno ve en la realidad con un partido único o casi único que tiene el control mayoritario del sistema”.

En ese sentido, si existe o no existe un partido hegemónico, “nos va dar un valor inferior a dos partidos y por encima de dos partidos tendremos una condición de competencia en la cual puede formarse una coalición opositora al partido mayor que pudiera tener un mayor peso que ese partido mayor”, expresó.

La contraparte de la condición de dominante sería cuántas fuerzas políticas tienen capacidad autónoma de participar en el establecimiento de condiciones en el mercado o en el Poder Legislativo para tomar decisiones y así fragmentar el voto.

En el programa conducido por Víctor Alarcón Olguín, académico de la Universidad Autónoma de México (UAM) y por Carlos Báez Silva, director del Centro de Capacitación Judicial del TEPJF, De la Peña explicó que en el caso mexicano el índice de número de autonomías dice que hasta 1991 existió una condición de partidos democráticos, “si nos da un valor por debajo de dos y hacia los años 80 y antes, muy cercano a uno”.

A partir de 1997 sistemáticamente estaría por encima de dos y no habría rebasado el umbral de tres, estaríamos hablando de un sistema en el cual hay una posibilidad de composición de una coalición opositora mayoritaria, cosa que fue en aquel año como perdió el Legislativo por primera vez el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Pero donde también existen posibilidades de múltiples coaliciones que sí nos habla de una diversidad, pero no de un reparto de poder tal como el que mostraría el índice recientemente, y nos hablaría de que ha sido más o menos constante en los últimos años la capacidad de gobernanza que se deriva del reparto de votos existente.

El programa Punto y Aparte se trasmite todos los viernes a las 10:00 horas por Plataforma Electoral, el canal de televisión por Internet del Tribunal Electoral por www.te.gob.mx/plataformaelectoral y se puede seguir en línea y descargar bajo demanda.