La democracia más grande del mundo
Por: Felipe de la Mata Pizaña[1] y
Mara Gómez Pérez[2]
"A India se la conoce por tres cosas: el Taj Mahal, Mahatma Gandhi y su proceso electoral, el cual es una maravilla todavía sin documentar".[3]
India es la democracia funcional más grande de la historia humana. No hay un ejercicio de organización electoral más grande, ni un esfuerzo similar de combinación de tal cantidad de recursos humanos y materiales, que consigan obtener un resultado electoral confiable para una República Parlamentaria. Es, por muchas razones, la máxima fiesta de la democracia mundial.
El pasado domingo 19 de mayo, la India celebró la séptima y última etapa de sus elecciones generales en las que, sustancialmente, se eligieron 543 miembros de la Cámara Baja que, a su vez, tienen la misión de elegir al Primer Ministro de esta nación.[4]
Después de China, que hoy tiene mil 400 millones de habitantes, la India, con mil 387 millones, es el segundo país más poblado del mundo.[5] En su conjunto, estas dos naciones aportan casi el 40% de la población mundial,[6] pero sólo la India es considerada una democracia.
Esta inmensa nación provocó un enamoramiento colectivo en occidente a partir del siglo XVIII. Poetas, historiadores y filósofos fueron cautivados por su sofisticación espiritual. Incluso nuestro Nobel de literatura, Octavio Paz, le dedicó parte de su producción literaria en prosa y también en verso, la que escribió, sobre todo, mientras se desempeñaba como embajador de México en ese país, entre 1962 y 1968. De hecho, Paz fue el primer embajador de México en la India.[7]
Sin embargo, actualmente el interés por la India ha tomado un nuevo matiz: ahora lo que sorprende son sus elevados índices de crecimiento económico, su éxito comercial y, muy especialmente, su estabilidad democrática. Hoy son los científicos sociales de todo el mundo quienes fijan su atención en esa nación, para tratar de descifrar las claves de su funcionamiento.[8]
La democracia en la India sorprende por distintas razones.
Es un país donde los votantes, literalmente, se cuentan por cientos de millones. Para este proceso, el padrón de electores superó los 900 millones de personas,[9] distribuidas de manera no uniforme en ciudades superpobladas, selvas, desiertos y cumbres con poblaciones remotas.[10] Esa, precisamente, es la razón para que se hayan programado 7 jornadas electorales, y no sólo una, como ocurre en nuestro país.[11]
A pesar ello, y de su alto índice de analfabetismo, la India cuenta con uno de los mejores porcentajes de participación electoral de todo el mundo. En las elecciones pasadas del 2014, se consiguió el 66.4% de votación, lo que constituyó un récord para el país y un enorme logro para sus instituciones electorales.[12]
Una cuestión fundamental es que, en la India, el voto se realiza, principalmente, a través de urnas electrónicas (Electronic Voting Machine, o EVM, por sus siglas en inglés), que son unas máquinas digitales bastante sencillas, integradas por varias partes unidas por un cable, y que son fabricadas por dos compañías gubernamentales. Estas máquinas, que no tienen conexión a internet ni a bluetooth o wifi, cuentan con una capacidad limitada a sólo 2,000 votantes. Todo ello, como medidas para evitar el fraude electoral.[13]
Incluso, las baterías de estas urnas electrónicas están integradas, a fin de que no sean conectadas en ningún momento.
Urna Electrónica India (Electronic Voting Machine, o EVM, por sus siglas en inglés). Fotografía: Felipe de la Mata Pizaña.
Las EVM constan de 3 partes diferenciadas: la primera, es la unidad de control que permite al presidente de la casilla liberar el voto electrónico, una vez que el votante ha sido identificado plenamente, y que resguarda la información de los resultados al terminar la jornada. La segunda, es el tablero de voto que permite al elector llevar a cabo su derecho al sufragio y que contiene una lista de nombres de los candidatos, de los partidos y de sus emblemas, junto a un botón que el votante aprieta en el secreto de una mampara. El tercer elemento fue obligado a crearse por una sentencia de la Corte Suprema de la India, y consiste en una impresora del voto electrónico. Este último elemento imprime un respaldo físico del voto del sufragante, que tiene a su vista por 7 segundos, a efecto de que pueda constatar que, efectivamente, dicho voto electrónico es coincidente con su voluntad. Al terminar esos 7 segundos, el voto cae en un depósito cerrado que sólo se abrirá si alguien pidiera un recuento comparativo entre los resultados de la unidad de control y los de la impresora.
En las elecciones de la India se instalaron poco más de un millón de casillas, en las cuales se colocaron las EVM. Participaron 11 millones de funcionarios de casilla y fueron elegibles más de 8 mil candidatos.
Es también de resaltarse que muchas de las denuncias y demandas que en México dan inicio a largos procedimientos judiciales o sancionadores, en la India se presentan a través de una aplicación móvil o App que cualquier ciudadano puede bajar y usar, y que permite que estos procedimientos, en promedio, se resuelven en pocas horas.
Entre los principales logros del sistema democrático de la India, se cuentan: su avance tecnológico, su capacidad para generar altos niveles de participación, el pluralismo de fuerzas y la solidez de su sistema de contrapesos.
Otro punto interesante son los 2,293 partidos políticos que participaron en esta elección, lo que ofrece una pluralidad desconocida en otros países, e inimaginable en sistemas bipartidistas, como los de muchas democracias europeas y la de Estados Unidos.[14]
Debe destacarse también el nutrido, independiente y variado espectro periodístico, que incluye más de 50 cadenas de televisión, lo que ofrece una amplia gama de opiniones políticas, que contribuye a un debate extenso y estimulante, y asegura que gran parte de las ideologías y programas políticos estén representados en los medios de comunicación.[15]
No obstante, esta enorme democracia también parece presentar algunos puntos débiles.
Aun en nuestros días, la democracia de la India tiene fama de ser muy particular, pues ha florecido en espacios políticos definidos por el sistema de castas,[16] la desigualdad y la pobreza. Son también conocidas las prácticas clientelares[17] y, asimismo, existe aún la percepción generalizada de que, a pesar de los avances y la igualdad formal, la democracia india todavía no cuenta con suficientes mecanismos para proteger a grupos vulnerables, como las personas que pertenecen a castas inferiores, quienes, en los hechos, son sumamente discriminadas.
La elección de la India nos deja muchas reflexiones a los expertos electorales mexicanos. No sólo por su ejecución ejemplar en un contexto de un electorado equivalente a más de diez veces el padrón electoral mexicano; sino porque nos demuestra que el futuro de la democracia representativa en el mundo se encuadra en fórmulas de votación electrónica.
La India nos evidencia que sí es posible tener elecciones complejas, grandes y competitivas con urnas electrónicas y voto por Internet,[18] sin romper los principios de seguridad jurídica y fiabilidad del resultado.
Igualmente, nos demuestra que las urnas electrónicas son una opción ecológica, que evita errores en el cómputo de los votos y que permite un resultado bastante rápido, confiable y transparente. No podemos seguir negando la utilidad de los avances tecnológicos para el ejercicio pleno y efectivo de los derechos de los ciudadanos; México necesita modernizarse.
La India es hoy una democracia tecnológicamente avanzada; ojalá que pronto México también lo sea pues, como sagaz y visionariamente lo escribió Octavio Paz en sus años en la India: “la reforma de nuestra civilización deberá comenzar con una reflexión sobre el tiempo. Hay que fundar una nueva política enraizada en el presente”.[19]
[1] Magistrado de la Sala Superior del TEPJF. Observador Internacional de las Elecciones Generales 2019 en la India.
[2] Doctora en Derecho por la UNAM.
[3] S. Y. Quraishi, ex director de la Comisión Electoral de la India.
[4] Durante el largo proceso electoral indio se programaron siete etapas que tuvieron lugar los días 11, 18, 23 y 29 abril, así como el 6, 12 y 19 de mayo. En cada fase, votan electores que superan el padrón electoral de la mayoría de los países del mundo, incluido México. Resultó Electo Narendra Modi, de acuerdo con el conteo llevado a cabo el 23 de mayo por la Comisión Electoral India.
[5] Datos extraídos del Word Population Prospect 2017, elaborado por la División de Población de la ONU (United Nations DESA Population Division). Consultable en:
https://population.un.org/wpp/Download/Standard/Population/
[6] De acuerdo con el Word Population Prospect antes citado, China tienen 1,401’199,000 habitantes, equivalentes al 18.18% de la población mundial; en tanto que la India cuenta con 1’387’058,000 habitantes, equivalentes al 18%. Para contextualizar, México ocupa el lugar número 10 de la lista de países con mayor población, y tiene 126’578,000 habitantes, equivalentes al 1.64% de la población total del mundo.
[7] MORALES, Agus, Fulgor de Octavio Paz en la India, The New York Times, Abril 19, 2019, consultable en: https://www.nytimes.com/es/2018/04/19/octavio-paz-india/
[8] KENT CARRASCO, Daniel, La democracia de la India. Límites y posibilidades, Foreign Affairs Latinoamérica, Vol. 13: Núm.4, 2013, pp. 137-144. Consultable en:
https://www.academia.edu/35761671/La_democracia_de_la_India
[9] El padrón electoral de la India para esta elección, según fuentes de la Junta Electoral, fue de 910’154,277 votantes. 10% más que en las elecciones de 2014.
[10] Del total de votantes, 438.4 millones son mujeres, y 6.2 millones son personas con algún tipo de discapacidad. A éstos últimos se les permitió votar de manera preferente, de acuerdo con el lema utilizado en estas elecciones generales por las instituciones electorales indias: “No voter left behind” (ningún votante se queda atrás).
[11] El padrón electoral de México tiene registrados 88’385,278 ciudadanos al 17 de mayo de 2019. Cada una de las 7 etapas en que se dividieron las elecciones generales de la India de este año, supera ese volumen de electores.
[12] Ver: GUALLAR, Amador; Manual para entender las elecciones de hoy en India, las más grandes del mundo; El Mundo, Jueves 11 de abril, 2019, consultable en:
https://www.elmundo.es/internacional/2019/04/11/5caddc7021efa0bf3a8b4615.html
[13] Más información en la página de la Comisión de Elecciones de la India: https://www.eci.gov.in/evm/
[14] Si bien en estas elecciones participaron varios miles de partidos, sólo 7 tienen “registro” nacional y 54 estatal, lo cual les permite ser financiados y tener acceso a “prerrogativas”.
[15] Más información en: VAL CUBERO, Alejandra, Éxito en las Urnas. Partidos Políticos y Medios de Comunicación en la India, Revista On Line “Walter Lippmann”, Depto. de Sociología VI de la Universidad Complutense de Madrid, Octubre 2010. Consultable en:
[16] Más información en el portal Ancient Origins, El polémico sistema de castas en la India lleva 2.000 años dividiendo al país, consultable en: https://www.ancient-origins.es/noticias-general-historia-tradiciones-antiguas/el-pol%C3%A9mico-sistema-castas-la-india-lleva-2000-a%C3%B1os-dividiendo-al-pa%C3%ADs-004451
[17] “El gobierno del Congreso Nacional, desde tiempos de Indira Gandhi, basó su acercamiento a las masas en el otorgamiento de subsidios generalizados para el campo y para los oprimidos. Esto contribuyó a la creación de grupos de votantes manejados de manera clientelista a través de programas asistenciales de poco alcance y gran costo para la administración estatal. Al institucionalizar la exención de impuestos para numerosas comunidades desfavorecidas de la India y asegurar su apoyo en las urnas, diferentes partidos han contribuido durante décadas a generar una crisis fiscal que impide que se cumplan las necesidades de inversión del gobierno en infraestructura y en programas sociales. Esto ha incentivado que los estados recurran a la inversión privada, lo que ha provocado el crecimiento de intereses privados y un retraimiento de importantes sectores acomodados de la participación en la vida urbana y comunitaria, lo que contribuye a una degradación de la vida pública, del medio ambiente y de la dinámica urbana. El éxito de la democracia en la India nos muestra claramente sus límites”. KENT CARRASCO, Opus cit.
[18] En el caso de los indios que residen en el extranjero.
[19] PAZ, Octavio, Vislumbres de la India, Espasa Calpe, Col. Austral, México 2012.