No conozco un tribunal en el mundo que enseñe a los litigantes para que lleven casos a su jurisdicción de manera más eficiente; tampoco que capacite a los tribunales locales y autoridades legislativas o administrativas para que cumplan mejor su labor y mucho menos que abra sus puertas a la ciudadanía para que conozca sus sentencias y que al hacerlo incluso les otorgue el grado de especialista, maestro o doctor en Derecho...